viernes, 18 de mayo de 2007

San Isidro apesta, con perdón

Después de un zafio titular propio de una provocación al clero y sus seguidores, la explicación parece justa.

El aspecto más banal y de hecho el más seguido es el referente del hecho, que no por quitarle encanto al agua bendita se respeta menos, pero el dios Baco es harina de otro costal, de hecho otra categoría de deidad con una parroquia más amplia y desinhibida.

En cuestión de pituitaria San Isidro debe ser la celebración más horrenda, de las conocidas, claro está, que esperando que el ánimo, físico y devoción permitan continuar con la comparación, si así se dispone.

El hedor a fritanga requemada de las benditas gallinejas no dejan indiferente a cualquiera y hasta los entresijos a uno le obligan a parar antes de hacer caso a los deseos corporales más básicos.

Seguro que se podría evolucionar en este aspecto, es algo típico, pero también lo fueron los juicios públicos, uy, esto también se sigue haciendo. Bueno, seguro que en algo hemos cambiado y esperando que para bien, podríamos incluir, sino fuera demasiado pedir, cambiar los deleites con los que aplacar nuestro apetito con algo menos mareante, que incluso una rosquilla, por tonta que sea, parece más apetitosa.

San Isidro, ni tú y los devotos que inexplicablemente año tras año aparecen a tu vera somos merecedores de soportar esa falta de gusto, de hecho esto tiene que ser algo aprendido recientemente, sino, Goya habría pintado oscuro mucho antes.

6 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ilse dijo...

No esperaba yo que fueras tan sensible a las fritangas, no sólo de San Isidro, sino de San Antonio de la Florida, San Cayetano, San Lorenzo, La Paloma... ¡¡Nos ha salido fino el chico duro de barrio bajo!! ;)

La verdad, eso no huele, eso, como decían en Canarias, "jiede"!!!

Pero también era un pestazo pasar por la fábrica de mahou hace unos años y seguro que no te importaba tanto, eh?

Martín dijo...

Demagógica comparación, por lo tanto buena para estos efectos, pero una vez más viene a cuento el dicho de las comparaciones.

Tendrías que haber disfrutado del hedor, supongo que no lo compararías con los efluvios de un rico cereal.

Ilse dijo...

¡Dios me libre, que yo soy también de barrio, pero no como casquería!

De todos modos, le doy mucho uso a mi pituitaria, y mi vida está tan unida a olores como a canciones, igual por eso no me molesta tanto un leve olorcillo a aceite requemado.

Para el año que viene ve plantando yerbabuena en esa terraza estupenda que tienes y cuando llegue San Isidro te llevas unas hojitas para ponértelas bajo la nariz, en plan turista amariconao por Marruecos.

De cualquier modo, ese cereal del que hablas lo prefiero mejor ya hechito y con mucha espuma que en pleno proceso de fabricación.

Martín dijo...

como te has levantado hoy, de donde sacas tanta vehemencia? un finde complicado? poco sexo? sueño? deseos de insultar a alguien? falta de conciertos? saturación hormonal? atragantamiento de hostia? excesivo protagonismo de tocado mamarracho??

En cualquier caso espero que te sirva y te relaje, e insisto, apestaba.

Ilse dijo...

Tu finde no ha debido ser mejor, vista la inquina que gastas. Claro que, pobrecito, igual es porque trabajas hoy... ;)

Yo me voy a ir de paseito a meditar si esa contestación tan dañina es de verdad o es tan de coña como lo era la mía.

Hmmm...