lunes, 24 de diciembre de 2007

Entrañables


De acuerdo, por el artículo 33 tocan unas fechas en las que todos debemos estar felices, encantados de comprar regalos, cebados como cerdos y deseosos de decirle una palabra amable y sincera a cualquiera que se cruce en nuestro camino.

Cualquiera, ya sea el revisor del metro o el pipero de la esquina con una amplia sonrisa nos desea lo mejor para esta noche. Por descontado, el conocimiento de si es una noche agradable o no es indiferente, ya que no hay otra opción, hoy toca ser feliz.

Genial, es fantástico, de hecho creo que hasta me cebaré por no tener un conflicto familiar. Luego vendremos con los aspavientos y los moralismos cuando la gente se da al alcohol de forma exagerada para olvidar cuanto antes estas entrañables fechas o simplemente se lo permite porque hoy nadie lo juzgará tanto como de costumbre. El sentimiento navideño lo embarga todo y a todos, aunque en cuanto nos paramos dos minutos, confesamos la acumulación de pecados capitales que vienen aparejadas.

Llegamos al momento positivo de estas fechas, casi por unanimidad podemos confesar los siete pecados capitales, vamos un auténtico homenaje romano, pagano donde los haya, pero como se tratan de estas fechas, tenemos excusas y nos los perdonamos sin el menor cargo de conciencia.

Hagamos un mini repaso de los pecadillos. La gula, mejor ni hablamos del tema. La avaricia, queremos mucho, de todo e incluso nos pierde lo inútil. La pereza, cuanta pereza me dan estas fechas, lo único bueno son los días festivos para aprovechar para no hacer nada. La ira, nada como las reuniones familiares para despertar nuestros sentimientos más básicos. La envidia, enmascarada en festines, en regalos, en situaciones familiares, en…. tantísimas cosas que no acabaría de enumerar. La soberbia, desgraciadamente viene con la envidia de la mano y al canto de ‘pues yo más’, lo fomentamos desde pequeños para que nos salga natural cuando ya no lo seamos. La lujuria, el pecado favorito, aunque solo sea por cumplir los otros seis, espero cumplir con este como se merece.

Vale, los vamos a cumplir, pero da igual, en enero nos apuntamos al gimnasio, empezamos cualquier colección absurda y volvemos a guardar la agenda de teléfonos hasta el año que viene, nos deprimimos con el estado lamentable de nuestras cuentas corrientes, pero nos podemos conformar pudiendo ignorar al revisor o al pipero y volviendo a poder tener malos pensamientos.

Feliz 14 de marzo y 22 de octubre.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Pensionistas

El otro día David, un chico inglés de origen asiático, me contaba el problema de las pensiones en Reino Unido. No es muy largo de contar, básicamente debido al aumento de la longevidad de las personas y la reducción de la natalidad nos estamos convirtiendo en países viejos.

Utilizando un principio aritmético de los sencillitos, llegamos a la conclusión de que hay que pagar más entre menos, con el tiempo algo inviable.

Parece que es un mal de los países capitalistas desarrollados, nos cuidamos más y somos más egoístas. Extrapolando estos datos a España resulta normal que en breve suceda lo mismo. Si comparamos el número de hermanos que tenemos con el número de hijos o la idea aproximada del futuro total, veremos la descompensación.

De momento se ha atenuado de momento con el efecto inmigración, han entrado en la ecuación un grupo significativo de personas que están aumentando el nivel de natalidad, aparte de incorporarse a la economía, contribuyendo al mantenimiento del sistema.

Este aumento de población todavía no ha pasado todavía al periodo pensionista, así que cuando esto suceda la solución del problema se demostrará como transitoria y ocultadora de un problema que cambiará la vida. Soluciones como el cheque-bebé u otras por el estilo no sé si son suficientemente útiles.

Debido al ruido y al mejorable inglés, no estoy seguro pero creo que en Reino Unido empiezan a no pagar la Seguridad Social para contratar productos financieros de modo particular.

Entonces, ¿cómo se soluciona esto? Pues hay diferentes opciones, no? Se podrían manipular los métodos anticonceptivos, pero resulta feo, podríamos llegar a asociar el sexo con un miedo, uff, trauma de los feos, un dineral en psicólogos. Aparte de los traumas de niño, por no ser un niño deseado, ja, ja, aunque alguno en ocasiones pasa de una categoría a otra dependiendo del momento.

Vale, entonces nada de pinchar nada, pues la otra opción también tiene su aquel. A ver como hacemos para que la población ‘pensionistas’ se reduzca. Somos y seremos muchos, así un ‘ay, lo siento, fue un accidente’ no funcionaría ¿Por sorteo? Seguro que por lo menos alguna vez nos tocaría y a lo mejor hasta en Navidades.

Espero que la opción no sea la de Argentina, que creo que trabajan hasta los 70, ufff, eso sí que me da pereza. Si ponen la jubilación a los 75 años, me tiro al monte.

Me encantan los domingos por la tarde.

lunes, 8 de octubre de 2007

Relaciones humanas

Las relaciones humanas son normalmente complicadas, pero a la vez totalmente necesarias. Como seres sociales que somos necesitamos extender hacia los demás sentimientos y lazos de unión para sentirnos protegidos.

De vez en cuando nos sorprende el hecho de que no siempre acertamos en esos lazos y debemos retroceder con el consiguiente malestar y sentimiento de duda que nos invade.

Resulta curioso que le echemos en cara a la otra persona ser como es o comportarse del modo que resulta inadmisible para nosotros, ya que de alguna forma habíamos proyectado como debía comportarse en cada momento, craso error.

Las personas somos totalmente impredecibles y venimos con amplios packs, donde caben comportamientos que nos agradan y otros algo menos, pero nos sigue sorprendiendo cuando las cosas, parámetros y reacciones no coinciden con los nuestros, vaya egoísmo el nuestro.

En ocasiones los momentos en los que las cosas no son como esperábamos nos invade la duda de si nuestro planteamiento vaquero es el correcto, no siempre acertamos en el ternero adecuado y por el contrario cae el cuervo que nos hace mal con el pasar del tiempo.

Ese riesgo tiene sus posibles equivocaciones, pero de alguna forma nos deberíamos conformar con sentir y aceptar los conjuntos de cada uno tal y como son, sin sentir cierto grado de traición, nos ahorraríamos muchas desilusiones.

Y por otro lado, gente vestida de querubín siempre nos podemos encontrar aunque luego tome un tono más bermellón. Me imagino que como con los yogures habrá que seguir jugando, es cuestión de paciencia y de aprendizaje.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Qué demasiao!!

Siempre oí que los que llevaban el radiocasette al hombre con la música a todo volumen eran unos macarras, vamos compañías no deseadas por una madre, pero claro de eso hace tiempo, los pantalones nevados eran hasta un signo cool.

Pues nuevamente se hace cierto el dicho de que todo vuelve, incluso el Dúo Dinámico en versión musical nos visitará en el siglo XXI, pero el caso es que esta mañana en el metro he visto a alguien con un equipo de música al hombro invitando a todos a escuchar lo que para él sería lo más de lo más. Las creencias a las 8 de la mañana puede ser que se radicalicen, dejando la posturas comprensivas para después del café.

El individuo en sí no tendría más de 15 años y su equipo no era más que un móvil diminuto atrapado con la tira de la mochila y su hombro, pero el sonido era realmente como un Panasonic de los de entonces dándolo todo. No vestía nevados, pero si había un cariz similar, la mirada orgullosa de ser una persona antisistema, con una cabeza erguida y una mirada desafiante.

La canción en cuestión no era incomprensible con los graves subidos hasta encontrar el high, sino el desencajado Bisbal con sus letras tan pegadizas y vacías, hecho que quitaba oportunidades a la idea de la rebeldía ideológica.

La primera impresión es que el tiempo ha pasado, la mirada no fue de admiración ante una persona original por tener la valentía de ser anti algo que demuestra a la sociedad su pasotismo ante los reglamentos impuestos sin pedir su opinión, sino que la mirada ha sido la de podía bajar el volumen o cuando menos utilizar unos casquitos.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Bye holidays

Las vacaciones tienen la mala costumbre de acabarse y dejarnos con una sensación de que injusta es la vida, que nos da pequeños oasis que duran dos segundos o eso nos parece a cambio de una eternidad en jornadas de 9 horas de sacrificio.

Da igual si no fueron las más cómodas o en el mejor lugar, o sí, porque por lo menos has elegido donde y como vivir esos días. Todos y cada uno hemos disfrutado los días, cada uno a su gusto, con el control del tiempo, la tranquilidad del no tener nada que hacer por imposición sino por puro placer.

Esa sensación de vivencias, de descanso, de ausencia de horarios, de lectura, de fotografías, de placer,…, de momentos que llegan para quedarse en el recuerdo y sacarnos una sonrisa con su recuerdo.

Pero todo se acaba y a veces la vuelta nos deja ese regusto romántico de que a partir de ahora las cosas van a cambiar y el rumbo de nuestra vida va cambiar, para lograr algún día que sea el primero de unas vacaciones eternas.

La realidad es otra, el día que se acaban las vacaciones empieza a diluirse las ideas románticas para ser engullido por la metódica e impúdica realidad, los horarios alquilados por algo que nunca nos parecerá suficiente y la perdida de elección.

Las ideas que nos llevarían al nirvana que podíamos acariciar siempre que quisiéramos cambiar se aleja, cual barco que parte y te deja en tierra, cual Marco que se precie. Ya no son vacaciones, la sonrisa se escapa por momentos para empezar a asumir que el viejo refrán lleva razón, el que algo quiere algo le cuesta, y tanto. No hay que olvidar el despertador para mañana empezar oír la señal del barco que parte.

Buen viaje y a esperar el próximo barco en el que montar para soñar.

domingo, 5 de agosto de 2007

Joé, que caló

Desde primeras horas de la mañana se veía venir. Primero fueron esas gotas que hicieron abrir los ojos que por sorprendentes dejaron a un lado el lugar del despertar.

Un día plomizo, cargado de nubes, de amenaza de alivio, de descarga renovadora en la gran ciudad. Sucedió, con violencia, pero sucedió. Corta, pero sucedió.

Un pequeño descanso hemos tenido en el castigo estival, los termómetros dejan a las personas arrastrándose de sombra a sombra, los líquidos abundan y los contenedores de cristal se saturan.

Parece que la única solución es salir, huir de este calor paralizador, aunque los centros comerciales probablemente lo disfruten, hasta el domingo de agosto se puede aprovechar.

Me uno al compañero en la sensación, solo el fus fus y la ducha hacen más llevaderos estos días y no desfallecer en cualquier lugar de este hormigón.

domingo, 29 de julio de 2007

Moscas en el aire



Todo es un suponer, pero subir para contemplar el paisaje desde otro punto de vista, el espacio vacío bajo los pies, el vibrar de la vela y el viento chocando contra uno debe ser una experiencia fuera de lo común. Leonardo lo habría disfrutado.

Melocotones para refrescar las gargantas resecas bien sea por el paisaje escarpado, por la efusividad de Rá o simplemente por la carraspera del temor de ser pequeño, vulnerable.

Mimo al estirar los hilos, de los que pende la vida. Se requiere vestimenta informal por favor, las corbatas no son bien recibidas. Control del viento, la abstracción en la mirada y a esperar una buena racha, cual surfero.

Racha, movimiento de elevación, estabilización, giro, carrera para poder despegar y a volar. Ninguno miró atrás. Todos y en una cadente coreografía volaron, se sintieron liberados, ligeros, únicos, pájaros de colores que surcan el horizonte en busca de la fuente.

Después de la ligereza, la pesadez, enormes mochilas infladas acompañan a personas desperdigadas en kilómetros a la redonda, sonrisas intimistas buscando en la imaginación la próxima vez.


Buen vuelo.



martes, 17 de julio de 2007

Treinta y tantos

Los años con su marchar hacen que todo cambie, por evidente que parezca, no deja de ser una revelación que nos susurramos al oído, para que nadie nos oiga y logremos así tener el tiempo suficiente para admitirlo.
Hay una vieja frase célebre anónima (mientras qué alguien no reclame autoría) que dice: “… quién no es rebelde a los 20 no tiene corazón y quién lo es a los 40 no tiene cabeza…”. ¿Y a los 30? ¿qué ocurre? De todos los colores, cada uno la suya, una experiencia, una vivencia, una sensación, un color.

Siguiendo la frase más o menos de forma literal, tenemos un momento de transición, imágenes de rebeldía, cambio, gritos, sentimientos, ansia por compatibilizar caminos. Los sueños no están lejos como para verlos desde la distancia, con una sonrisa mirando el mar al atardecer, están aún ahí, negándose a irse, a pasar a un “…cuando se pueda..”, sino que luchan por ser protagonistas, estar vivos entre los vivos.

Por contra, las responsabilidades, las evoluciones vecinas, los periódicos, en el fondo la razón mayoritaria te empuja hacia la corrección y seguridad. La estabilidad nos aporta todas las comodidades que somos capaces de encajar con nuestros medios, para no variar en ningún momento nuestra situación y dependencia de la seguridad.

Las comodidades traen un precio no incluido en el precio, pero que como buen añadido al final hay que rendirle cuentas. Morimos en los momentos del pago por tener las alas y levedad de los tiempos jóvenes, donde el movimiento era el principal recurso que se poseía y el que se añora.

Esta visión tan romántica de una década frente a la otra es normal, tiene mucho más encanto, como animar al pequeño, en el fondo David nos conquistó el corazón, sin olvidar el desconocimiento de lo que sucederá en el futuro.



Hasta aquí un “...no cambiaré nunca…” parece ir muy apropiado, pero nunca es mucho tiempo. Nunca se sabe que va a pasar.

Llega el momento en el que hacer las cosas de antes te chocan, no te cuadran con la realidad, probablemente sin reparar en los porqués, sino tan solo por la repetición de los actos diarios, por los roles encajados a base de días en nuestra costumbre, porque nuestro cuerpo así lo dice. Te puedes sentir hasta extraño ante la convivencia de vivencias, pero ¿hacía dónde hay que avanzar?¿la razón o el corazón?


Puede ser que el período de transición, de renuncias, de cambios en las sensaciones y demás, se sientan también de colores, cada uno “con su pan se lo coma”.

Probablemente las dudas siempre, por no decir nunca, están con uno, dando compañía en el camino, tan solo el tiempo nos dará una pista para saber algo, pero siempre nos faltará lo otro.

Afortunado el que coge su camino y lo sigue con convicción, sin mirar atrás, sin dudar, eligiendo su color favorito.

Aunque de forma confusa no deja de tener su gracia aún a pesar de poder ser una vivencia tardía, un niño que se empeña en permanecer vivo entre los vivos de la mano del hombre.


domingo, 8 de julio de 2007

Hombre oscuro


Los esteorotipos a veces, por no decir otra cosa, no funcionan, no dejan de ser unas características repetidas hasta la saciedad. En la misma disertación se puede afirmar la originalidad de cada persona, con unos calificativos únicos y calificar en masa grupos inmensos.

Puede ser que por mera comodidad acudamos a estas ideas genéricas, pero podemos llegar a auténticas aberraciones, somos únicos, aunque a veces se consiga aborregarnos para ir todos juntitos al redil.

Tenemos ideas genéricas para personas, vestimentas, nacionalidades, religiones, gustos musicales o simplemente aspecto físico, una batería de ideas preconcebidas que puede ser contradictorias para una misma persona. Por imaginar, como calificaríamos a un londinense de origen indio, peinado diferente, reflexionando en un parque con aspecto de estar meditando sobre la decadencia del mundo actual, ufff, complicado poder calificarlo.

A lo mejor dependiendo de quién se tuviera que hacer la idea, su momento o simplemente el golpe visual daría unas características sobre la personalidad o aspectos diferenciadores de una persona.

El casino puede ser que maneje probabilidades mayores de acierto que este juego tan habitual, será que nos tienta tanto acertar en nuestra apuesta, poder asignar un valor y opinión a una persona, que nos quedamos sin la posibilidad de poder esperar, conocer o simplemente vivir en la incertidumbre del desconocimiento.

Dicen que lo único que no nos puede mentir es la mirada, pero hasta eso resulta complicado, quién es capaz de tener la verdad absoluta sobre la interpretación de una mirada.


miércoles, 4 de julio de 2007

Maratón


26 km de carrera a 25º sobre un asfalto con neblina al más puro estilo western y un sonrisa dibujada y no una mueca de esfuerzo como podría aceptar la lógica.

El impulso de los aplausos, las sonrisas, los sentimientos de apoyo ante la gesta hacen que algunos sufrieran más peso del que llevaban pero para otros le suponía la energía suficiente para disfrutar del camino, del esfuerzo y del paisaje.

O por el contrario el hecho de disfrutar hacía que los demás aplaudiesen, disfrutaran y aplaudieran en un acto reverencial ante una filosofía deseada para uno mismo.

Si durante 26 km se mantiene la alegría es posible que los 16 km restantes sean un puro placer, por el simple hecho de disfrutar del viaje y no tomarlo como una penitencia para llegar a la lugar de destino, la meta es otra.

Cada momento se engrandece, viviendo el ahora y aquí como si no existiese el siguiente paso en el próximo segundo, un carpe diem extremo, pura adrenalina, un clímax lento y prolongado.

Probablemente no es la misma fuerza que guió al soldado durante el camino, pero por lo menos fue tanta la motivación como para recorrer lo mismo, ¿sonreiría?

lunes, 2 de julio de 2007

Comunicación visual


Músicos que para comunicarse utilizan la mirada directa sin percatarse del movimiento de sus manos imbuidos por el ritmo de la noche adornada de fuego. Si fuera tan simple la comunicación probablemente tendríamos menos problemas de los que sufrimos.

Los códigos no siempre son racionales, ni incluso los utilizados por los camisetas negras, cada uno tiene los suyos. Esto a veces no da problemas para saber expresar lo que queremos, sobre todo al utilizar palabras.

Puede ser que simplificar los medios hasta llegar a los primarios sea una buena opción, aunque por lo especial de la telepatía no debe ser fácil.

¿Hay diccionarios y gramáticas en estos lenguajes? No tiene pinta, tan solo las ganas de decir algo y supongo que aún más las ganas de escuchar o sentir lo que te dicen.

miércoles, 27 de junio de 2007

Carabanchel

Mucho más recuerdo han dejado los visitantes una vez efectuado su cierre que los habitantes innatos del lugar. Tan solo un pequeño cartel, el resto de recuerdos se esfumó con el tiempo. Se mantienen los ceniceros improvisados atados al cabecero, pero no deja de ser un detalle fútil de la convivencia allí vivida.

En el mismo estado se encuentran los espacios de los invitados que el de los trabajadores, sin memoria de las diferencias y experiencias sucedidas. Las diferencias han sido arrasadas por los irrespetuosos visitantes.

El blanco aviejado característico del lugar se mezcla con negros y colores de los artistas urbanos, aunque todas las tonalidades se ven afectadas por el aire de decadencia y ruina que todo lo invade.

La angustia de los espacios cerrados, oscuros y húmedos es lo único que sigue patente, pero cada vez menos, aunque se despiste, pero entre rejas, silencio y patios llenos de hierbajos hacen que en algún momento te puedas ver a rayas contando pasos y vigilando de reojo que se cuece en el ambiente.

En espacios así resulta complicado imaginarse algo que no sea enviciado, los espacios reducidos, los barrotes y la represión. Es posible que sea “lo que se merecen”, pero la venganza y reclusión se auto alimentan, por lo que los resultados no son sorprendentes.

Demagogia, es posible.

lunes, 4 de junio de 2007

Reacciones químicas


En ocasiones las mismas situaciones nos provocan diferentes reacciones, que por otra parte, por habitual no le damos la importancia de la irracionalidad del tema. Si a Winston fuera la pregunta, probablemente nos diría que algo ocurre, aunque no tiene claro que es, pero puede ser que lo sepa en un futuro.

El caso es que dependiendo del humor, de la sensibilidad a la buena o mala interpretación de un momento podemos sugerir la ingesta de buenas dosis de drogas químicas brotadas desde nuestro interior. Podría ser que este hecho nos diera la gran herramienta, de hecho puede ser que sea un deseo más profundo y antiguo que el de la piedra filosofal.

Si pudiéramos controlar también la clonación de los estímulos necesarios para la interpretación de los momentos a nuestro antojo, nuestros sentimientos y reacciones humanamente ilógicas, no deseables e incluso dañinas tendrían marcado el camino al campo santo de los tesauros, solo serían palabras vacías.

Entonces, podría incluso llegar el momento en el que se pueda preferir sin una duda razonable la aceptación de la irracionalidad más absoluta frente a una vida cuasi perfecta seguidora de los preceptos de la auto ayuda. Lo que vendría a ser poderle echar un pulso al nirvana racional para vivir lo terrenal con sus momentos de cerveza y helado.

viernes, 1 de junio de 2007

Efecto Tres Olivos


Trajeados de corbata al viento, señoritas con tacones veloces y señoras con bolsos agresores se lanzan en pos de un objetivo deseado. La compostura, la cuidadosa colocación del vestuario mañanero, las formas, los peinados y la vergüenza van despidiéndose en cada paso de este ataque al improviso.

La visión veloz de la despavorida huida hacia el nirvana, hacia la salvación, hacia la abstracción, realmente cada uno tendrá su motivo para la acción dejan cuando menos sorprendido al espectador, cuando no existe la necesidad de salir huyendo ante la embestida de la manada.

Puede ser que el inconsciente haga su quiebro a la seriedad, que visualice el oasis al otro lado de la puerta, incluso los sonidos estridentes aparecen en escena, por lo que la racionalidad tiene una buena excusa para desaparecer y lo hace.

No deja de ser una corriente de aire fresco en una ciudad tan ciudad, tan poco animal, que los humanos podamos adoptar ese tipo de comportamientos, de hecho nos puede transportar a las grandes estepas, haciéndonos abandonar por momentos la jungla de cemento que nos rodea o cuando menos llevarnos hasta las sensaciones oníricas de la sobremesa hogareña.

Con la manada saciada el silbato suena y el viaje continua.

jueves, 24 de mayo de 2007

La Universidad


Un lugar de encuentro, de asimilación de conocimientos, de relaciones, de gestación de personas, en fin un lugar al que cuando vuelves después de tiempo hace que se agolpen los recuerdos y una sonrisa nostálgica se dibuje.

Es cierto que ves las diferencias actuales con cuando los vaqueros y camisetas eran el uniforme y los folios no siempre ordenados eran tus documentos reunidos en carpetas que se amontonaban en mesas amarillas donde se deslizaban cartas al aroma del café.

Sí, me ha gustado oler por un rato de nuevo ese aroma a bocatas de lomo con queso, utopía y romanticismo, a paredes amarillas y baños decorados, fue bonito mientras duró.

Algo que oías a los 20 lo entiendes ahora y supongo que cuando pase otro período parecido enteremos otras cosas, la vida te va cambiando y los deseos, aspiraciones, realidades y preocupaciones cambian, se transforman o simplemente desaparecen.

Es posible que la piedra filosofal que convierta los deseos de áurea felicidad sea el paso intenso por cada una de las etapas que nos toca vivir, aunque a veces deseemos saltarnos pasos para llegar al siguiente lo antes posible, la típica inconformidad humana.

Un deseo actual podría ser que cuando en 10 años vea algo de la actualidad presente me vuelva a asaltar las mismas sensaciones, esa mezcla de alegría y nostalgia. Puede ser que sea la prueba de que lo vivido ha estado muy bien vivirlo, un ingrediente dulce más para el cóctel.

viernes, 18 de mayo de 2007

San Isidro apesta, con perdón

Después de un zafio titular propio de una provocación al clero y sus seguidores, la explicación parece justa.

El aspecto más banal y de hecho el más seguido es el referente del hecho, que no por quitarle encanto al agua bendita se respeta menos, pero el dios Baco es harina de otro costal, de hecho otra categoría de deidad con una parroquia más amplia y desinhibida.

En cuestión de pituitaria San Isidro debe ser la celebración más horrenda, de las conocidas, claro está, que esperando que el ánimo, físico y devoción permitan continuar con la comparación, si así se dispone.

El hedor a fritanga requemada de las benditas gallinejas no dejan indiferente a cualquiera y hasta los entresijos a uno le obligan a parar antes de hacer caso a los deseos corporales más básicos.

Seguro que se podría evolucionar en este aspecto, es algo típico, pero también lo fueron los juicios públicos, uy, esto también se sigue haciendo. Bueno, seguro que en algo hemos cambiado y esperando que para bien, podríamos incluir, sino fuera demasiado pedir, cambiar los deleites con los que aplacar nuestro apetito con algo menos mareante, que incluso una rosquilla, por tonta que sea, parece más apetitosa.

San Isidro, ni tú y los devotos que inexplicablemente año tras año aparecen a tu vera somos merecedores de soportar esa falta de gusto, de hecho esto tiene que ser algo aprendido recientemente, sino, Goya habría pintado oscuro mucho antes.

lunes, 7 de mayo de 2007

Pasiones

Las pasiones pueden dar significado a una vida aunque puede llegar un momento en el que la pasión se puede convertir en una prisión.

La pasión ciega, nos puede imbuir en una espiral, en la que todo lo que se ve tiene que ver con ella, como un “buen” amor, pleno de detalles, absorbiendo todo el tiempo y pensamiento no adjudicado e incluso alguno que sí lo esté.

Por ello, surge la pregunta, realmente las pasiones pueden ser duraderas o simplemente llega el momento en el que cambiar y dejarlas a un lado resulta imposible, ya que sin ellas nuestras vidas podrían perder sentido.

Puede ser que vivir con una pasión da significado a nuestras vidas, pero si se termina podríamos vivir sin pasiones o el cambio de pasión supone una pereza al cambio importante, ya que ha de pensarse que ya se posee una, aunque no nos haga vibrar como al principio.

Cuanto de nosotros se puede llevar una pasión en el divorcio, se puede llevar nuestro motivo por el que seguir adelante o por el contrario puede traernos las fuerzas y tiempo necesarios para volver a empezar a enamorarnos de una nueva pasión dejando la primitiva en un bonito hueco del recuerdo.

Resulta arriesgado pensar que una pasión puede dar sentido a todo y siempre, pero resulta que hay gente que así vive, resultando a los ojos de los demás una realidad romántica, hasta cierto punto incomprensible e incluso puede llegar a ser envidiada.

Sentir nos mueve.

Imagen: D. Justo Gallego, una persona que lleva más de 40 años construyendo una catedral.

jueves, 3 de mayo de 2007

Humor inteligente


Lo que no es humor inteligente ¿entra en su categoría sería humor estúpido?, pero esto no puede ser, tendríamos que aceptar que nos gusta el humor estúpido. Con lo fashion que queda tener gusto por el humor inteligente, sofisticado, nos hace sentirnos superiores en no sé que escala, guays, diferentes, auténticos, nada de ser borreguillos del mainstream.

Ni las burbujas con bayleys producen dolores de barriga tan grandes como aceptar que las caídas, trompazos y desgracias varías de los demás levantan más de una sonora carcajada en nosotros. Eso no es inteligente, upps, tenemos un problemilla, ¡¡¡ nos hace reír el humor estúpido!!!

Entonces ¿se puede ser practicante del humor inteligente y del mismo modo del estúpido? Difícil situación en la que se nos deja, no podemos ser inteligentes y estúpidos al mismo tiempo, bueno, sí podemos, pero aceptarlo tan claramente cuesta. De hecho, necesitamos romper la dicotomía para poder aceptar nuestra inteligencia o estupidez para hacernos el sayo correspondiente con el que cubrir nuestras vergüenzas.

Para aceptar una estancia tambaleante entre Pinto y Valdemoro, jugando entre lo estúpido y lo inteligente puede ser que la única solución sea quedarse en el río. Eliminar de cualquier parentesco familiar al humor, dejarlo huérfano de condicionantes que solo ayudan a los que necesitamos de los adjetivos para calificar. Puede que sea lo mejor o no, ¿será estúpidamente inteligente o inteligentemente estúpido?

Al fin y al cabo, el humor es humor. : P

sábado, 21 de abril de 2007

Los pies del peregrino


(Nota: los acentos y nuestra letra tipica esta vez van a ser que no, problemas de teclado.)

El sentimiento de un constante y rapido bombeo cual ejercito en combate, presuroso de ir alla donde hace falta, la sensacion de opresion de los lazos opresores asi como la falta de aire necesario para poder continuar hacen dar importancia a lo que en ocasiones no lo recibe. Conquistando camino a cada paso, adaptandose al medio por inhospito e irregular que se presente no flaquea en su pasion particular.

Puede ser el simple ansia del que desconoce o la estrechez del tiemo o la necesidad de conocer o el nerviosismo de ver lo visto de forma irreal, nunca se sabe, pero el sentimiento de querer patear la ciudad hace que el ejercito pueda odiar al general e incluso uno mismo pueda sentir lastima por todos sus lugartenientes.

La busqueda desaforada del extasis de una buena imagen, de un lugar, del autentico espiritu del lugar hace que los diez soldaditos de vanguardia sufran las consecuencias de lo irregular del camino, pero con animo y coraje no dudan en lanzarse a la carrera a la siguiente esquina que conquistar.

Todos estos buenos deseos y sensaciones se pueden verse derrotados o cuando menos menguados de capacidad por algo banal, simple, secundario, unos calcetines de poliester. Insignificantes, desechables, pero que en un momento dado pueden formar parte de la historia.

Puede ser que los pequenos detalles a los que no se le da importancia modifican en gran medida el curso de nuestras experiencias, llegando incluso a ser participes y complices de esperanzas y desventuras de victorias y derrotas.

En ninguna escala unos calcetines pueden estar por encima de los deseos por muy calcetin que se sea, pero los puede condicionar, de hecho si nos fijamos podemos encontrar multiples ejemplos en lo cotidiano.

Los pies brulees de primero, como la exquisita crema, acompanados de algodones de maquillaje de buffet libre y aderezados con no pocas pintas bien sean morenas o carentes de luz ponen a cada uno donde deben, por favor un respeto al placer.
Habra que esperar disfrutando antes de continuar disfrutando, placeres varios no acumulables por el momento, la sal y el vinagre de la historia a veces tiene que esperar.

jueves, 12 de abril de 2007

La Iglesia Roja



Hace unos diez años, joer como pasa el tiempo, tuve contacto con la comentada iglesia de San Carlos Borromeo de Entrevías, pero sobre todo con su dirigente en aquel momento, Enrique de Castro, que ahí sigue luchando a su manera.

Es cierto que por aquel entonces como ahora Enrique era un “héroe” local, metido en mil y una situaciones rocambolescas, métodos poco ortodoxos, pero si es cierto que fuera o no por los medios convencionales, su ayuda era agradecida por los que por orgullo, marginalidad o a saber la razón no lo tenían fácil en la vida.

Resulta lógico escorarse en esas situaciones, cuando la Iglesia, las Instituciones y demás a los que en su posición sería lógico pedir ayuda, pero por el contrario ignoran la situación de las personas de su barrio. Ya entonces era conocida como la Iglesia Roja, pero desde mi punto de vista tan solo se puso la capa de la rebeldía y la defensa de sus ideas para buscar algún modo para llevar la ayuda a sus vecinos, de evitar el olvido, de alzar la voz ante las cosas que pueden mejorar, etc.

Si es cierto que el contacto tan cercano con jóvenes, drogadictos, presos, familias de todos ellos, requiere zafarse de las ataduras de la imagen impoluta clerical. Probablemente se puede predicar en vaqueros y en torno a unas cervezas, acercándose al terreno de quién quieres que te escuche, abandonando la posición soberbia de los que apuestan por las formas de actuar inflexibles e impuestas por la costumbre.

En aquel año vi a jóvenes en la iglesia, hablando, preguntando, confesando, compartiendo, confiando, hecho a lo que no estaban acostumbrados, ya que no se dirigían a una institución sino a personas que compartían su dolor y miserias.

Juntos a todos ellos - jóvenes, madres, agnósticos, no decididos, curas y demás- un hecho “rebelde”, la ocupación de la catedral de la Almudena en protesta de la situación de los presos FIES, un problema del barrio, de las familias de los presos, de todos, una falta de humanidad.

Por aquel entonces Rouco Varela era el obispo de Madrid y tras dialogar con un subordinado suyo, Enrique y escuchar las intenciones que teníamos, “ocupar” durante 6 días la catedral las 24 horas del día, decidió con un tono amable la aceptación de la situación. Amablemente y con un gesto que le honró en aquel momento fue no poner la situación más difícil ( no quitó ni la electricidad ni la calefacción) aceptó la protesta aunque no la compartió en los modos. Se respondió con un respeto durante los oficios.

Ahora y como mera reflexión me pregunto si aquella cara seria, comprensiva, inteligente y aguileña de Rouco Varela no aguardaba a una buena jugada a largo plazo. Puede que esperase a que las gotas fueran llenando el vaso hasta que pudiera darse el gusto de castigar a los heterodoxos, a los que comulgan con pan para que todo el que quiera pueda almorzar o a los que no se ciñen estrictamente a las formas en pos de buscar más el fondo.

De todas formas esta reflexión que une hechos de hace 10 años con los actuales puede que no deje de ser una “frivolité”, pero me queda una duda, si el fondo es bueno, los fieles son fieles y el objetivo de ayudar a la gente del barrio se cumple, ¿Qué más dan las añejas formas litúrgicas?

lunes, 2 de abril de 2007

Ideas múltiples


Las ideas que divergen a las de uno tiene pueden remplazar las propias, con sus razonamientos y fundamentos intocables, de hecho te das cuenta que también estás tan de acuerdo con ellas como con las nativas. Después de decir algo, de lo cual puedes estar plenamente convencido, te pueden girar el prisma desde el que miras y todo puede ser diferente y a la vez válido, es increíble.

Pero este proceso puede darse varias veces, incluso nos podemos decantar por diferentes opiniones después de ver otro punto de vista e incluso verte en la situación de tener que volver a cambiar y es más, esto se puede repetir todas las veces que sea necesario, como diría alguien, eres un veleta¡¡¡

Entonces, ¿Cuántas verdades válidas existen? O es que a lo mejor pasa como en los diccionarios, que dependiendo de la acepción del término varia su semántica. Incluso se podría dar el caso de que realmente no son diferentes, sino que tan sólo se complementan, obteniendo una idea con diferentes aspectos de la misma que una persona no consigue percibir de forma “cenital”, sino pequeñas partes del mismo.

En esas ocasiones se puede dar la sensación de encontrarse en la más absoluta ignorancia junto a una increíble inseguridad, ya que hasta en aspectos de los cuales crees estar seguro pueden variar y desvanecerse junto con los argumentos. A lo mejor no es más que un pequeño homenaje vitalicio cartesiano que obliga a mantenernos niños, abiertos a absorber las múltiples aristas que tienen las ideas.

De hecho, aún a riesgo de fallar, puede ser que si dejáramos espacio a la posibilidad de que nuestro punto de vista fuese erróneo, alguna discusión se evitaría, o no.

jueves, 29 de marzo de 2007

Anonimato o universalidad

Internet nos aporta mucha información de todo tipo, es la gran biblioteca, hay información de cualquier cosa, por específica que sea. La gente, las empresas, los organismos … todos, dan información. Todo está al alcance, es cuestión de tiempo, así que por ese lado no hay competidor posible.

Pero, ¿qué pasa con lo personal? ¿Cuanto influye en las relaciones? ¿Cuántas pasiones se han despertado? ¿Cuántas personas han mostrado algo? ¿Cuánto sexo ha trasportado? ¿Cuánto se quería expresar y compartir? ¿Cuántas ideas se comparten altruistamente?

En teoría sería tan inverosímil con la dichosa aguja en el pajar, pero la gente se encuentra, se encuentran de tal manera que las fronteras se vienen abajo. Se puede cruzar un océano con la seguridad de haber acertado con la persona, difícil, pero sucede. Resulta complicado en los medios físicos, así que sin ellos se supone que más. Aunque puede ser que encuentres a tu vecino del tercero en la red, sí, ese con el que no te has dirigido más de un cordial saludo.

Puede ser la comunicación que es escrita, dándonos un poco más de tiempo para pensar lo que se va a decir, ayudando a decir lo que se quiere. También podría ser la facilidad para ser uno mismo, al fin y al cabo sino te gusta lo que encuentras no pasa nada, nadie te conoce. A veces no nos atrevemos a hacer cosas por vergüenza, pero aquí somos anónimos si queremos, es una decisión propia. Puede ser esta una motivación a escribir, cantar, hablar o leer cosas de todo tipo, pues a saber.

El éxito de la expresión individual y colectiva demuestra un poco el ansía que tiene el humano para comunicarse, sentir y sentirse.

Brindo por la red que te enreda.

domingo, 25 de marzo de 2007

Espacios pequeños


Solemos acudir con frecuencia a las medidas y comparaciones de todo tipo, incluso dicen que hasta de las listas, por tontas que sean.

Igualmente existe una droga que conquista los sueños, el ansia de conocer lugares, costumbres, gentes y demás información que nos da el viajar. Puede ser el placer de regenerarse junto con la libertad que da el movimiento lo que lo motiva, aunque puede ser que cada uno encuentra su motivo.

Por otro lado, existe igualmente un pesar presente, la dificultad de encontrar un lugar para vivir, para pasar la gran mayoría del tiempo, una casa. Uno de los ingredientes importante es el espacio, pequeño para lo que estábamos acostumbrados, aunque no es así, si lo vemos en espacio por persona, que a lo mejor puede que haya aumentado considerablemente.

El tema de la sexualidad y mitos al respecto de los españoles se puede dejar para la siguiente caña.

De momento, qué pasa con la mala fama que tienen los espacios pequeños, nadie los quiere, ni incluso por Navidad, nunca. Pero que pasa a la hora de limpiar, no tienen comparación. Los cambios que pueden tener son mucho más radicales, pueden pasar de desordenado a ordenado en menos tiempo e incluso se puede dar un cambio a la disposición con mover un mueble. Todo está cerca, por muy lejos que esté.

También hace falta menos luz para que se ilumine, pero hay también aspectos espirituales. El espacio se convierte en valioso realmente provocando en algunas personas un desarrollo mayor de la imaginación a la hora de usarlo.

Una regla se hace de obligatorio cumplimiento, no se pueden tener muchas cosas. No caben. Una sensación de ligereza, de hecho puede parecerse algo a la sensación de ir manejando un mapa y una cámara por calles que las pisas por primera vez.

Los prejuicios nos pueden hacer equivocar, pero puede ser utópico pretender vivir sin ellos, no dejan de ser una experiencia escuchada o vivida utilizada para poder decidir o eso he oido.

jueves, 22 de marzo de 2007

Tiempos modernos


El paso del tiempo tiene un virus, el incombustible consumismo inhumano, y no deja de atacar, siendo el número de necesidades un torbellino de síntomas que se lleva por delante la felicidad de lo obtenido a cambio de traer la necesidad de lo futurible, la tranquilidad y sosiego se sumergen en una ambición insaciable.

Entre otras cosas, consigue hacernos sentir la fiebre en cuestión de días, llevándonos a los delirios a bordo de los carros hilarantes servidos desde el poder del sistema y la sugestión de lo idóneo para cada perfil personal, marcado a fuego en los miles de mensajes enviados por la multitud de canales.

No pasan unos meses desde que existe un nuevo posible síntoma para qué pase a formar parte de nuestro inventario, cada vez constituido por elementos más perecederos, produciéndonos una debilidad más acuciante e incurable con el simple paso del tiempo.

Las necesidades latentes se convierten en básicas y la ambición, la sensación de insatisfacción, la zanahoria y demás motivaciones y desmotivaciones se encuentran más inalcanzables o cercanas en función de lo que toque, sin encontrar la píldora idónea para la cura ¿Para qué? Puede ser que los problemas adictivos actualmente no tengan la apariencia que esperamos, pero tampoco la que se insinúa.

Parece más un juego de absorción de voluntad ante un ente superior, más propio de Truman que de una realidad consciente, realmente habremos llegado y superado la felicidad en este mundo. Parece increíble, el aviso era mucho más claro que los de Nostradamus, pero lo recordamos algo menos.

No debería suceder algo así, en teoría la cantidad infame de información debería bastar para alcanzar una libertad decisoria suficiente como para no ser tan vulnerables a la persuasión, pero no, de hecho convierte la desmesura en una necesidad concienzuda.

A lo mejor es como una gran pandemia, que una vez lanzada en su camino de muerte no se puede parar, sino que cada vez será más grande y más rápida. Puede ser que la única forma de pararla sea la autodestrucción, cuando por su propia vanidad y decadencia se aniquile o simplemente por infectarlo todo y a todos dejemos de sentirla.

Perdona, otra cerveza y un tequila para atemperar, por favor.

lunes, 19 de marzo de 2007

Los días después

“La pereza es la madre de todos los vicios, y a una madre se la respeta” (Jorge, Colombia, aunque creo que no es originalmente suya). Qué decir sobre esto, hoy puede ser una aplicación, el deseo de no hacer nada, maldecir los excesos y descontroles, aunque pueda ser que el no controlar las situaciones, lugares e imágenes pueda ayudar a la motivación.

Libre de equivocarse, de saltarse las normas auto impuestas por el protocolo, libre para hacer una estupidez sin remordimientos, pero no siempre ocurre, en ocasiones se puede lamentar, pero ¿por qué? ¿realmente nos hacemos daño? Puede ser que sea una simple travesura del sonrosado que aún llevamos dentro.

También podría ser la angostura que da ese toque a nuestro cóctel, un elixir para la eterna juventud, esa que juega a equivocarse, levantarse y volver equivocarse, puede ser que hasta con piedras que pasaron a ser amigas.

Puede ser que uno se empeñe en llevarse a cuestas todas las piedras del camino para situarlas específicamente en el camino para asegurar el obstáculo, cuanto peso. De hecho ir saltando y esquivando piedras tiene su encanto, como cuando disfrutaba con el prensado Tiger. Los baches dan juego, quitan la monotonía del fluir, de hecho puede gustar hasta moverse sin todas las respuestas, sin todas las seguridades de las que nos podemos rodear, incluso se puede empezar el viaje con el coche a punto de averiarse, no?, puede gustar conducir aunque los airbags no estén acunándonos, no siempre lo más suave es lo que nos eriza.

No suena muy inteligente nada de esto, y puede ser que no lo sea, claro que depende del punto de inteligencia que se utilice para juzgar. A lo mejor no deja ser una forma de entonar el carpe diem o simplemente el idiotum encantum. De hecho ¿nos paramos a pensar a que o quién llamamos idiota?, pues puede ser que no lo suficiente, todo va medido por un rasero que hemos ido creando o aprendiendo, que en teoría es casi infalible. La idiotez la detecta a kilómetros, pero por qué no da señales cuando nosotros la invitamos a participar, como las superamos y por qué nos lamentamos y cómo teniendo una vara tan precisa seguimos equivocándonos, que lastre de cuestiones.

En una visión romántica y edulcorada o incluso puede ser que hiperealista de la realidad todo esto suena a un diabólico engatusamiento por lo absurdo que nos turba por momentos la razón, permitiendo que podamos ser idiotas por un rato, a veces incluso por un rato largo.

Para pensar estar cosas y dejar correr el tiempo sin un sentido claro están los días después, los que empiezan con un pesado arrastrar de pies hasta el botiquín.

miércoles, 7 de marzo de 2007

Ley de Murphy


Cuando te pierdes dicen que lo mejor es no moverse, por absurdo que parezca, ya que el otro por ingenio humano al final pasará por los mismos sitios.

Si por el contrario se intenta encontrar al otro, simplemente por una cuestión de probabilidad aliñado con la mala leche de Murphy podrán sentirse el crujir de sus pisadas pero no se encontraran, excepto que dejes de buscar o te escondas, que será cuando aparezca tu buscador a tu lado.

Esta pequeño circunloquio para acabar hablando de algo mucho menos banal, la elección vital. Nuestros padres se han empeñado en darnos unos estudios, esos que si ellos los hubieran tenido habrían cambiado nuestras vidas, serían diferentes y sus vidas se habrían convertido en las soñadas.

Los viejos deseos personales se podían sacrificar por obtener ese sueño materializado en sus esquejes, pero vaya, al final el destino tiene ese fino sentido del humor y que ocurre que los estudios son tan generalizados, somos tantos y tan preparados, sin querer caer en la pedantería, que hasta para cerrar sobres hay un licenciado.

La ley de la oferta y la demanda por todos conocida consigue un equilibrio no siempre justo, ya que se basa en la cantidad y no en la calidad. En definitiva, si de algo hay poco cuesta mucho y si hay mucho no cuesta nada.

Llevando esta teoría al día a día, podemos decir que si te montas en el metro cualquier mañana en hora punta verás a cientos de licenciados, sí, esos mismo licenciados que hace unos años estaban valorados y actualmente se alquilan para cualquier tarea, por banal que sea.

Actualmente los verdaderos delicatessen son los oficios, incluso el ejecutivo más agresivo se somete ante los encantos de cualquier fontanero con los despreciados atributos del pasado y soportados con paciencia en el presente.

Todo ese éxito reporta grandes beneficios y conllevan la aceptación del olvido de la atención al cliente, seriedad, puntualidad, eficiencia, calidad de servicio y todo un largo etcétera de argumentos que cualquier empresa sitúa en lugares preferenciales de su publicidad y cultura.

Entonces, que es lo que ocurre, nos hemos vuelto a equivocar??, y si elegimos la vuelta a los oficios, como ocurre en cualquier atasco todos iremos en la misma dirección y volveremos a saturar la demanda y volverá a ser algo sin valor, estaremos nuevamente atascados.

Así que volviendo al inicio, supongo que estar parado puede ser una opción, ya veremos si somos encontrados o quedamos perdidos. Y que deberíamos aconsejar a las generaciones venideras? A lo mejor lo ideal es callar y que cada uno elija su lado de mantequilla de la tostada, al final el azar tiene su papel.

martes, 27 de febrero de 2007

Baby boom


Llega un momento en el que el reloj biológico es una plaga y no deja de explosionar por doquier. Momento este el cual piensas sobre las consecuencias como desvelos, preocupaciones, sacrificios de la propia vida, cambios de ritmo y preferencias.

Ante tantos cambios y tan contundentes, la conclusión “lógica” sería pensar que todo el mundo se vuelve loco o que el vil sexo afecta al seso y produce un estado de inconsciencia en el que personas normales creen que es una buena elección.

No más curioso de todo es cuando ya se han producido estos cambios o mejor dicho se sufren y la gente no deja de repetir constantemente que es lo mejor que han hecho, que todos estos sacrificios valen la pena por ver sonreír a los pequeñuelos rosados. Esto crea una duda importante, ya que la reacción no es lógica, sobretodo o solo para los no experimentados en el tema.

No hay que pasar por alto el peligro de la condescendencia con el deber hacer, con lo estipulado a lo largo de generaciones y opiniones ajenas. Este peligro puede llegar a tener consecuencias terribles, ya que hay que tener en cuenta todos los contras, pero mucho incauto se deja llevar por las buenas palabras.

Con esto una conclusión sería que existe una admiración hacia a la gente que es capaz de ser feliz con el sacrificio, que disfruta con él, ya que a cambio recibirá momentos imposibles de imaginar para el resto de los mortales. También se puede opinar sobre los egoístas que no cumplen correctamente con los deberes provenientes de la decisión, tan solo impulsados por la estadística que une la edad con los actos, ya que la infelicidad provocada puede ser igual de contundente que la potencial felicidad.

Después de esto simplemente queda afirmar que los tíos y tías viven estas experiencias de una forma mucho más suavizada, sin optar a los máximos, pero renunciando a los valles más profundos, una opción que mucho de los potenciales visitantes del paraíso de la felicidad se podrían plantear como opción, antes de caer en una situación de no disfrute de su realidad.

Abierta y voluntaria es la decisión, buena suerte para todos en el baby boom que me rodea.

martes, 13 de febrero de 2007

Las viejas ideas


Las ideas solo con ser antiguas se ganan el apelativo de auténticas, de mejores, de verdaderas, etc. No deja de ser una vieja y azucarada defensa del inconsciente para guardar un grato recuerdo a modo póstumo, que tantos cabrones se llevaron consigo a lo largo de la historia

Como tristes mortales caemos ante estos encantos, y se echa en falta la verdadera capacidad de protesta de la gente de ideas, de luchas subversivas, de puños y plumas inconformistas. Hoy he sido testigo de un teatrillo callejero protagonizado por punkys y policías, a cada cual más pendiente de la imagen ofrecida a los apelotonados morbosos que al ejercicio de su actividad.

La provocación fue tenue, una pancarta absurda en un edificio cerrado como buen domingo acompañado de unas cervezas, por cierto, eché en falta los típicos merodeadores caninos y alguna hermana menor de la travesera.

La contestación no menos absurda, principalmente por la aplastante diferencia numérica, de dos por cada uno, y ya sabemos que se decía en los patios al respecto.

Hasta que punto hacía falta esa ostentación para unas personas que realmente hacían poca cosa, bueno, a lo mejor simplemente se debe al viejo equilibrio del poder, que el sr. Sánchez-Ocaña lo convirtió en proverbio popular.

En definitiva, tanto unos como otros han sido poco sinceros, guiados desde la escenificación, en búsqueda de un minuto de gloria no proveniente del ejercicio inteligente de una tarea, sino por la simple llamada de atención de lo estridente, una verdadera lástima.

Aunque solo sea por no tirar ya la camiseta agujereada de la rebeldía y avivar los rescoldos del romanticismo, resulta más humano posicionarse en el lado del débil, por lo que resulta más sangrante la actitud de los primeros, los “rebeldes”.

Incluso se puede soñar con una sociedad con esperanzas, con una idea digna, protesta ante una injusticia latente, ante una buena verdad no escuchada, pero escondidos tras nuestras crestas dejamos que la solución nos venga dada.

Tan solo silencio, un vacío en el estómago y un borreguismo aburguesado disfrazado con azúcar y tachuelas es el grito inconformista que se oyó al final de la función.

martes, 30 de enero de 2007

Pequeños placeres


Los pequeños placeres dicen que son los más importantes, son los que dan sentido a la vida. Está la teoría de que la suma de pequeños momentos hacen la felicidad puede ser que sea demasiado decir, pero suena bien eso de celebrar los pequeños éxitos que te brinda el día a día.

El caso es que el otro día una amiga me hizo reflexionar sobre el tema cuando con total naturalidad entre tes y cigarros me pregunta seriamente por el Vitroclen, a lo que una primera cara extrañada y una risa posterior responden ante tan peregrina pregunta, ya que el momento absurdo desde mi punto de vista lo merecía.

El hecho es que le gusta limpiar las vitro cerámicas, simplemente porque son agradecidas como afirmó, curioso, ¿no?, de hecho aún no estoy seguro de que no me tomase el pelo.

Este hecho me plantea la cuestión de buscar afanadamente esos pequeños placeres, como la sensación de salir de la ducha y vestirte con ropa que huele bien y está planchada, como andar sobre la tarima caliente o escuchar el sonido de una manzana al ser mordida.

Realmente esas cosas son las que son importantes, son a las que se refieren los pasajeros libros de auto-ayuda, esos que por banales no son reconocidos, por simples, repetitivos y fieles, estas cuestiones no tienen de momento una respuesta firme.

Simplemente el hecho de estar más atento para captar su presencia hace que puedas comprobar la existencia de más de los que se esperan, hecho que invita a localizarlos, potenciarlos o simplemente ¿ha sido un juego por algo tan banal como la sorpresa ante un hecho calificado por absurdo en cualquier otro momento?

De esto, por lo menos un hecho es científicamente probado, la vitro cerámica está más limpia y los pequeños placeres son individuales, cada uno los encuentra donde los siente, por lo que las reglas universales se vuelven a ir al traste, no hay forma de localizarlos, excepto por medio de la declaración.

Alguna duda más puede plantearse, por ejemplo, ¿son puramente físicos o tienen otros componentes menos controlables, cercanos a una parte menos conocida?

Puede ser que tenga que ver con la manías de cada uno, con sus paranoias y relaciones semánticas de hechos y sentimientos, no lo sé y en el fondo qué más da, lo importante es el placer que nos dan, ¿no?

martes, 23 de enero de 2007

Esto no es.....


El inconformismo como bandera humana nos hace sentir por cotidiano y normal que sea el día, nos gusta izarla en cualquier situación, bien sea con motivos o sin los mismos. La protesta y el encarnizado enfrentamiento con la realidad de cada momento nos mantiene despiertos, agarrados a la realidad, dispuestos a la queja amarga de la realidad, a la sensación de seguir pensando con criterio y de la búsqueda imparable de algo mejor.

Nos impide tener la sensación de ir deambulando por la vida sin pensar en lo que nos ocurre, nos resguarda del conformismo, tan poco cool y tan masivo como la realidad nos devuelve sincera en los momentos de intimidad.

Un caso habitual de inconformismo metódico que nos indigna es el tiempo que impere en el momento, sea o no sea consecuente con el aspecto espacio temporal, da igual, el “que frío hace” o “ joé que calor” se nos viene encima como si fuese una ofensa, además nunca nos cuadra con nuestro gustos, siempre nos gustaría estar en otro lugar o tener otro clima, que realmente es el que nos hace sentir bien, aunque ni lo hayas probado, eso que más da. Lo importante es sentirse con opinión propia y a ser posible crítica.

Esto me hace recordar ese viejo refrán que versa “se quiere lo que no se tiene”, y a renglón seguido surge la idea de intentar disfrutar de lo que hay sin importar lo que sea y sobre todo sin desear otra cosa. Esta bonita idea propia de Bucay, sueño de cortadores de venas, no nos hace latir como el hacer pasear al viejo cascarrabias que viene de serie con todo humano que se precie.

En el fondo ese cascarrabias puede no dejar de ser un socarrón tímido que hace pasar las opiniones por el ojal de una careta para distanciar la persona de la impresión ante terceros, o no? Nunca se sabe, para eso sirven las caretas, para ser quién no se es aunque sea un rato.

Este inconformismo metódico se puede aplicar a una infinidad de aspectos, parece que el disgusto con las circunstancias personales ayuda a los sentimientos, creatividad o simplemente a meterse en círculos grises de hastío y monotonía.

Veo que este tono pesimista es claramente fruto del tiempo frío, lluvioso, con niebla, soleado, ventoso sin dejar de ser primaveral que tenemos estos días, ya que si cambia tanto de que me voy a quejar, ya veremos, seguro que se nos ocurre algo.

miércoles, 10 de enero de 2007

Ring, ring


El cuerpo es sabio, sabe cuando es la hora correcta para volver a la vida consciente, de hecho siempre vuelve, excepto por causa de fuerza mayor, a la realidad aunque sea con dos horas de teórico retraso.

Cada mañana laboral me sorprende el hecho inhumano y cotidiano que responde a no sé que automatismo aprendido por la fuerza de las necesidades impuestas o simplemente aceptadas, madrugar.

Hoy no es lunes, en teoría es un día más llevadero que el lunes, pero siento desmitificarlo, esta mañana también ha sido cruel la actitud del artefacto; ha provocado esa reacción tan poco natural, esa contradicción, la confrontación del deseo y el deber y lo ha hecho sin educación, sin tacto, sin una caricia, sin un simple por favor o una sonrisa al mirarle, de hecho, lo ha hecho con brusquedad.

Como casi todos los días el maldito instrumento cantarín me ha arrebatado mis sueños, a lo que he respondido henchido de valor y orgullo con la misma respuesta sumisa de siempre, espetándome un levántate y déjate de revoluciones mañaneras.

Como un zombi he realizado las tareas habituales, maldecir al despertador, engañarme con 10 minutos más de sueño intranquilo, desayuno frío con fruta de frente a la tele conectándome a la vida, cigarrito, ducha sin homenaje al sueño americano, lavado de dientes, un breve paso por el armario y listo para salir directo a pasar hora y media conectado al ensimismamiento en los diferentes medios de transporte antes de poder conectarme a una pantalla. Bravo, me suena a argumento de una comedia, lástima que sea real y encima sea protagonista.

Resulta un principio de día propio de Huxley, pero lo vamos a dejar en algo más banal, simplemente es la rutina de la generalidad, e incluso le podemos añadir bastantes ingredientes que pueden hacer más extrema si cabe la experiencia, pero no quiero hacer sangre con mi imaginación, bastante tienen los que experimentan la pócima.

No entiendo porque en la era de la modernidad y la evolución el ser humano cada vez es más innecesario, una parte engranaje de la vida, pero no la principal. Parece que solo cuando salimos del engranaje para meternos en otro parecido, pero sin horarios fijos es cuando nos sentimos bien, el resto simplemente es un medio, pero demasiado largo para un objetivo efímero.

Me pregunto donde están los principios griegos en la actualidad, donde perdimos el placer como punto de fuga de la vida. Eso sí fue evolución, riqueza y modernidad, todo dedicado al cultivo del alma y el placer. Construían, sí, lugares de ocio, de reflexión, de placer, pura filosofía de vida, pero ….. son historia, y nosotros puede ser que también.

jueves, 4 de enero de 2007

A día de hoy



Simplemente por comentar algo de actualidad me gustaría preguntar en voz alta que es lo que pasa con la evolución, con la modernidad, con el desarrollo, con la ingente cantidad de tecnología y pensamiento para que en el año 2006 se pueda utilizar la horca como castigo.

Como dijo Sabina o los gallegos de la llave inglesa, son inútiles las consecuencias del acto, pero más allá de esta valoración, la aberración del sistema resulta preocupante, pero más aún el hecho de que lo que se supone punible de forma pública sea la transmisión, grabación o reproducción del mismo y no la idea de llevarla a cabo.

Me choca el sistema, las prisas, la inutilidad de la pena de muerte y otra serie de aspectos que no aparecen en los medios. Esta regresión que sufrimos, soportada con la normalidad esquizofrénica de nuestros días de fiesta pagana, resulta realmente inquietante.

Se deja el comentario reducido a una curiosidad, ya que andamos demasiado ocupados en el culto a las costumbres romanas, ¿no estaremos viviendo una vez más la evidencia de la no evolución humana?, ¿realmente el ser humano ha evolucionado? algo si hemos evolucionado, no sé si a mejor, ya que por lo menos no he visto ningún documental que muestre tal crueldad entre iguales en el mundo simio, y si existiese seguro que lo habríamos visto, así que algo hemos involucionado.