
Internet nos aporta mucha información de todo tipo, es la gran biblioteca, hay información de cualquier cosa, por específica que sea. La gente, las empresas, los organismos … todos, dan información. Todo está al alcance, es cuestión de tiempo, así que por ese lado no hay competidor posible.
Pero, ¿qué pasa con lo personal? ¿Cuanto influye en las relaciones? ¿Cuántas pasiones se han despertado? ¿Cuántas personas han mostrado algo? ¿Cuánto sexo ha trasportado? ¿Cuánto se quería expresar y compartir? ¿Cuántas ideas se comparten altruistamente?
En teoría sería tan inverosímil con la dichosa aguja en el pajar, pero la gente se encuentra, se encuentran de tal manera que las fronteras se vienen abajo. Se puede cruzar un océano con la seguridad de haber acertado con la persona, difícil, pero sucede. Resulta complicado en los medios físicos, así que sin ellos se supone que más. Aunque puede ser que encuentres a tu vecino del tercero en la red, sí, ese con el que no te has dirigido más de un cordial saludo.
Puede ser la comunicación que es escrita, dándonos un poco más de tiempo para pensar lo que se va a decir, ayudando a decir lo que se quiere. También podría ser la facilidad para ser uno mismo, al fin y al cabo sino te gusta lo que encuentras no pasa nada, nadie te conoce. A veces no nos atrevemos a hacer cosas por vergüenza, pero aquí somos anónimos si queremos, es una decisión propia. Puede ser esta una motivación a escribir, cantar, hablar o leer cosas de todo tipo, pues a saber.
El éxito de la expresión individual y colectiva demuestra un poco el ansía que tiene el humano para comunicarse, sentir y sentirse.
Brindo por la red que te enreda.
Pero, ¿qué pasa con lo personal? ¿Cuanto influye en las relaciones? ¿Cuántas pasiones se han despertado? ¿Cuántas personas han mostrado algo? ¿Cuánto sexo ha trasportado? ¿Cuánto se quería expresar y compartir? ¿Cuántas ideas se comparten altruistamente?
En teoría sería tan inverosímil con la dichosa aguja en el pajar, pero la gente se encuentra, se encuentran de tal manera que las fronteras se vienen abajo. Se puede cruzar un océano con la seguridad de haber acertado con la persona, difícil, pero sucede. Resulta complicado en los medios físicos, así que sin ellos se supone que más. Aunque puede ser que encuentres a tu vecino del tercero en la red, sí, ese con el que no te has dirigido más de un cordial saludo.
Puede ser la comunicación que es escrita, dándonos un poco más de tiempo para pensar lo que se va a decir, ayudando a decir lo que se quiere. También podría ser la facilidad para ser uno mismo, al fin y al cabo sino te gusta lo que encuentras no pasa nada, nadie te conoce. A veces no nos atrevemos a hacer cosas por vergüenza, pero aquí somos anónimos si queremos, es una decisión propia. Puede ser esta una motivación a escribir, cantar, hablar o leer cosas de todo tipo, pues a saber.
El éxito de la expresión individual y colectiva demuestra un poco el ansía que tiene el humano para comunicarse, sentir y sentirse.
Brindo por la red que te enreda.