domingo, 29 de julio de 2007

Moscas en el aire



Todo es un suponer, pero subir para contemplar el paisaje desde otro punto de vista, el espacio vacío bajo los pies, el vibrar de la vela y el viento chocando contra uno debe ser una experiencia fuera de lo común. Leonardo lo habría disfrutado.

Melocotones para refrescar las gargantas resecas bien sea por el paisaje escarpado, por la efusividad de Rá o simplemente por la carraspera del temor de ser pequeño, vulnerable.

Mimo al estirar los hilos, de los que pende la vida. Se requiere vestimenta informal por favor, las corbatas no son bien recibidas. Control del viento, la abstracción en la mirada y a esperar una buena racha, cual surfero.

Racha, movimiento de elevación, estabilización, giro, carrera para poder despegar y a volar. Ninguno miró atrás. Todos y en una cadente coreografía volaron, se sintieron liberados, ligeros, únicos, pájaros de colores que surcan el horizonte en busca de la fuente.

Después de la ligereza, la pesadez, enormes mochilas infladas acompañan a personas desperdigadas en kilómetros a la redonda, sonrisas intimistas buscando en la imaginación la próxima vez.


Buen vuelo.



martes, 17 de julio de 2007

Treinta y tantos

Los años con su marchar hacen que todo cambie, por evidente que parezca, no deja de ser una revelación que nos susurramos al oído, para que nadie nos oiga y logremos así tener el tiempo suficiente para admitirlo.
Hay una vieja frase célebre anónima (mientras qué alguien no reclame autoría) que dice: “… quién no es rebelde a los 20 no tiene corazón y quién lo es a los 40 no tiene cabeza…”. ¿Y a los 30? ¿qué ocurre? De todos los colores, cada uno la suya, una experiencia, una vivencia, una sensación, un color.

Siguiendo la frase más o menos de forma literal, tenemos un momento de transición, imágenes de rebeldía, cambio, gritos, sentimientos, ansia por compatibilizar caminos. Los sueños no están lejos como para verlos desde la distancia, con una sonrisa mirando el mar al atardecer, están aún ahí, negándose a irse, a pasar a un “…cuando se pueda..”, sino que luchan por ser protagonistas, estar vivos entre los vivos.

Por contra, las responsabilidades, las evoluciones vecinas, los periódicos, en el fondo la razón mayoritaria te empuja hacia la corrección y seguridad. La estabilidad nos aporta todas las comodidades que somos capaces de encajar con nuestros medios, para no variar en ningún momento nuestra situación y dependencia de la seguridad.

Las comodidades traen un precio no incluido en el precio, pero que como buen añadido al final hay que rendirle cuentas. Morimos en los momentos del pago por tener las alas y levedad de los tiempos jóvenes, donde el movimiento era el principal recurso que se poseía y el que se añora.

Esta visión tan romántica de una década frente a la otra es normal, tiene mucho más encanto, como animar al pequeño, en el fondo David nos conquistó el corazón, sin olvidar el desconocimiento de lo que sucederá en el futuro.



Hasta aquí un “...no cambiaré nunca…” parece ir muy apropiado, pero nunca es mucho tiempo. Nunca se sabe que va a pasar.

Llega el momento en el que hacer las cosas de antes te chocan, no te cuadran con la realidad, probablemente sin reparar en los porqués, sino tan solo por la repetición de los actos diarios, por los roles encajados a base de días en nuestra costumbre, porque nuestro cuerpo así lo dice. Te puedes sentir hasta extraño ante la convivencia de vivencias, pero ¿hacía dónde hay que avanzar?¿la razón o el corazón?


Puede ser que el período de transición, de renuncias, de cambios en las sensaciones y demás, se sientan también de colores, cada uno “con su pan se lo coma”.

Probablemente las dudas siempre, por no decir nunca, están con uno, dando compañía en el camino, tan solo el tiempo nos dará una pista para saber algo, pero siempre nos faltará lo otro.

Afortunado el que coge su camino y lo sigue con convicción, sin mirar atrás, sin dudar, eligiendo su color favorito.

Aunque de forma confusa no deja de tener su gracia aún a pesar de poder ser una vivencia tardía, un niño que se empeña en permanecer vivo entre los vivos de la mano del hombre.


domingo, 8 de julio de 2007

Hombre oscuro


Los esteorotipos a veces, por no decir otra cosa, no funcionan, no dejan de ser unas características repetidas hasta la saciedad. En la misma disertación se puede afirmar la originalidad de cada persona, con unos calificativos únicos y calificar en masa grupos inmensos.

Puede ser que por mera comodidad acudamos a estas ideas genéricas, pero podemos llegar a auténticas aberraciones, somos únicos, aunque a veces se consiga aborregarnos para ir todos juntitos al redil.

Tenemos ideas genéricas para personas, vestimentas, nacionalidades, religiones, gustos musicales o simplemente aspecto físico, una batería de ideas preconcebidas que puede ser contradictorias para una misma persona. Por imaginar, como calificaríamos a un londinense de origen indio, peinado diferente, reflexionando en un parque con aspecto de estar meditando sobre la decadencia del mundo actual, ufff, complicado poder calificarlo.

A lo mejor dependiendo de quién se tuviera que hacer la idea, su momento o simplemente el golpe visual daría unas características sobre la personalidad o aspectos diferenciadores de una persona.

El casino puede ser que maneje probabilidades mayores de acierto que este juego tan habitual, será que nos tienta tanto acertar en nuestra apuesta, poder asignar un valor y opinión a una persona, que nos quedamos sin la posibilidad de poder esperar, conocer o simplemente vivir en la incertidumbre del desconocimiento.

Dicen que lo único que no nos puede mentir es la mirada, pero hasta eso resulta complicado, quién es capaz de tener la verdad absoluta sobre la interpretación de una mirada.


miércoles, 4 de julio de 2007

Maratón


26 km de carrera a 25º sobre un asfalto con neblina al más puro estilo western y un sonrisa dibujada y no una mueca de esfuerzo como podría aceptar la lógica.

El impulso de los aplausos, las sonrisas, los sentimientos de apoyo ante la gesta hacen que algunos sufrieran más peso del que llevaban pero para otros le suponía la energía suficiente para disfrutar del camino, del esfuerzo y del paisaje.

O por el contrario el hecho de disfrutar hacía que los demás aplaudiesen, disfrutaran y aplaudieran en un acto reverencial ante una filosofía deseada para uno mismo.

Si durante 26 km se mantiene la alegría es posible que los 16 km restantes sean un puro placer, por el simple hecho de disfrutar del viaje y no tomarlo como una penitencia para llegar a la lugar de destino, la meta es otra.

Cada momento se engrandece, viviendo el ahora y aquí como si no existiese el siguiente paso en el próximo segundo, un carpe diem extremo, pura adrenalina, un clímax lento y prolongado.

Probablemente no es la misma fuerza que guió al soldado durante el camino, pero por lo menos fue tanta la motivación como para recorrer lo mismo, ¿sonreiría?

lunes, 2 de julio de 2007

Comunicación visual


Músicos que para comunicarse utilizan la mirada directa sin percatarse del movimiento de sus manos imbuidos por el ritmo de la noche adornada de fuego. Si fuera tan simple la comunicación probablemente tendríamos menos problemas de los que sufrimos.

Los códigos no siempre son racionales, ni incluso los utilizados por los camisetas negras, cada uno tiene los suyos. Esto a veces no da problemas para saber expresar lo que queremos, sobre todo al utilizar palabras.

Puede ser que simplificar los medios hasta llegar a los primarios sea una buena opción, aunque por lo especial de la telepatía no debe ser fácil.

¿Hay diccionarios y gramáticas en estos lenguajes? No tiene pinta, tan solo las ganas de decir algo y supongo que aún más las ganas de escuchar o sentir lo que te dicen.