domingo, 5 de agosto de 2007

Joé, que caló

Desde primeras horas de la mañana se veía venir. Primero fueron esas gotas que hicieron abrir los ojos que por sorprendentes dejaron a un lado el lugar del despertar.

Un día plomizo, cargado de nubes, de amenaza de alivio, de descarga renovadora en la gran ciudad. Sucedió, con violencia, pero sucedió. Corta, pero sucedió.

Un pequeño descanso hemos tenido en el castigo estival, los termómetros dejan a las personas arrastrándose de sombra a sombra, los líquidos abundan y los contenedores de cristal se saturan.

Parece que la única solución es salir, huir de este calor paralizador, aunque los centros comerciales probablemente lo disfruten, hasta el domingo de agosto se puede aprovechar.

Me uno al compañero en la sensación, solo el fus fus y la ducha hacen más llevaderos estos días y no desfallecer en cualquier lugar de este hormigón.

3 comentarios:

Pasitos de bebe dijo...

Asin es seguimos con la caló, la sudó, la olorica de los pies, los niños babeando, las vacas muñendo y las moscas reboloteando

debolichesycopas dijo...

Hola, vi tu blog por casualidad, está muy interesante. Tengo un blog donde me gustaría publicar bares o pubs del mundo. Te invito a que me envíes una anegadota o recomendación de tu bar favorito con una foto para subirlo.

salud2
Tiranizan

Isabel Burriel dijo...

je je, pues será de los pocos días que ha hecho calor, no?