jueves, 24 de mayo de 2007

La Universidad


Un lugar de encuentro, de asimilación de conocimientos, de relaciones, de gestación de personas, en fin un lugar al que cuando vuelves después de tiempo hace que se agolpen los recuerdos y una sonrisa nostálgica se dibuje.

Es cierto que ves las diferencias actuales con cuando los vaqueros y camisetas eran el uniforme y los folios no siempre ordenados eran tus documentos reunidos en carpetas que se amontonaban en mesas amarillas donde se deslizaban cartas al aroma del café.

Sí, me ha gustado oler por un rato de nuevo ese aroma a bocatas de lomo con queso, utopía y romanticismo, a paredes amarillas y baños decorados, fue bonito mientras duró.

Algo que oías a los 20 lo entiendes ahora y supongo que cuando pase otro período parecido enteremos otras cosas, la vida te va cambiando y los deseos, aspiraciones, realidades y preocupaciones cambian, se transforman o simplemente desaparecen.

Es posible que la piedra filosofal que convierta los deseos de áurea felicidad sea el paso intenso por cada una de las etapas que nos toca vivir, aunque a veces deseemos saltarnos pasos para llegar al siguiente lo antes posible, la típica inconformidad humana.

Un deseo actual podría ser que cuando en 10 años vea algo de la actualidad presente me vuelva a asaltar las mismas sensaciones, esa mezcla de alegría y nostalgia. Puede ser que sea la prueba de que lo vivido ha estado muy bien vivirlo, un ingrediente dulce más para el cóctel.

viernes, 18 de mayo de 2007

San Isidro apesta, con perdón

Después de un zafio titular propio de una provocación al clero y sus seguidores, la explicación parece justa.

El aspecto más banal y de hecho el más seguido es el referente del hecho, que no por quitarle encanto al agua bendita se respeta menos, pero el dios Baco es harina de otro costal, de hecho otra categoría de deidad con una parroquia más amplia y desinhibida.

En cuestión de pituitaria San Isidro debe ser la celebración más horrenda, de las conocidas, claro está, que esperando que el ánimo, físico y devoción permitan continuar con la comparación, si así se dispone.

El hedor a fritanga requemada de las benditas gallinejas no dejan indiferente a cualquiera y hasta los entresijos a uno le obligan a parar antes de hacer caso a los deseos corporales más básicos.

Seguro que se podría evolucionar en este aspecto, es algo típico, pero también lo fueron los juicios públicos, uy, esto también se sigue haciendo. Bueno, seguro que en algo hemos cambiado y esperando que para bien, podríamos incluir, sino fuera demasiado pedir, cambiar los deleites con los que aplacar nuestro apetito con algo menos mareante, que incluso una rosquilla, por tonta que sea, parece más apetitosa.

San Isidro, ni tú y los devotos que inexplicablemente año tras año aparecen a tu vera somos merecedores de soportar esa falta de gusto, de hecho esto tiene que ser algo aprendido recientemente, sino, Goya habría pintado oscuro mucho antes.

lunes, 7 de mayo de 2007

Pasiones

Las pasiones pueden dar significado a una vida aunque puede llegar un momento en el que la pasión se puede convertir en una prisión.

La pasión ciega, nos puede imbuir en una espiral, en la que todo lo que se ve tiene que ver con ella, como un “buen” amor, pleno de detalles, absorbiendo todo el tiempo y pensamiento no adjudicado e incluso alguno que sí lo esté.

Por ello, surge la pregunta, realmente las pasiones pueden ser duraderas o simplemente llega el momento en el que cambiar y dejarlas a un lado resulta imposible, ya que sin ellas nuestras vidas podrían perder sentido.

Puede ser que vivir con una pasión da significado a nuestras vidas, pero si se termina podríamos vivir sin pasiones o el cambio de pasión supone una pereza al cambio importante, ya que ha de pensarse que ya se posee una, aunque no nos haga vibrar como al principio.

Cuanto de nosotros se puede llevar una pasión en el divorcio, se puede llevar nuestro motivo por el que seguir adelante o por el contrario puede traernos las fuerzas y tiempo necesarios para volver a empezar a enamorarnos de una nueva pasión dejando la primitiva en un bonito hueco del recuerdo.

Resulta arriesgado pensar que una pasión puede dar sentido a todo y siempre, pero resulta que hay gente que así vive, resultando a los ojos de los demás una realidad romántica, hasta cierto punto incomprensible e incluso puede llegar a ser envidiada.

Sentir nos mueve.

Imagen: D. Justo Gallego, una persona que lleva más de 40 años construyendo una catedral.

jueves, 3 de mayo de 2007

Humor inteligente


Lo que no es humor inteligente ¿entra en su categoría sería humor estúpido?, pero esto no puede ser, tendríamos que aceptar que nos gusta el humor estúpido. Con lo fashion que queda tener gusto por el humor inteligente, sofisticado, nos hace sentirnos superiores en no sé que escala, guays, diferentes, auténticos, nada de ser borreguillos del mainstream.

Ni las burbujas con bayleys producen dolores de barriga tan grandes como aceptar que las caídas, trompazos y desgracias varías de los demás levantan más de una sonora carcajada en nosotros. Eso no es inteligente, upps, tenemos un problemilla, ¡¡¡ nos hace reír el humor estúpido!!!

Entonces ¿se puede ser practicante del humor inteligente y del mismo modo del estúpido? Difícil situación en la que se nos deja, no podemos ser inteligentes y estúpidos al mismo tiempo, bueno, sí podemos, pero aceptarlo tan claramente cuesta. De hecho, necesitamos romper la dicotomía para poder aceptar nuestra inteligencia o estupidez para hacernos el sayo correspondiente con el que cubrir nuestras vergüenzas.

Para aceptar una estancia tambaleante entre Pinto y Valdemoro, jugando entre lo estúpido y lo inteligente puede ser que la única solución sea quedarse en el río. Eliminar de cualquier parentesco familiar al humor, dejarlo huérfano de condicionantes que solo ayudan a los que necesitamos de los adjetivos para calificar. Puede que sea lo mejor o no, ¿será estúpidamente inteligente o inteligentemente estúpido?

Al fin y al cabo, el humor es humor. : P